Masaje relajante

El Masaje Relajante es aconsejable cuando existe estrés físico o emocional, sobrecargas y cuando nos invaden las preocupaciones ya que durante el tiempo de relax nos ayuda a evadirnos

Siempre se ha aconsejado el mensaje, unido al ejercicio, para mejorar el bienestar general.

   Además de proporcionar relajación y apoyo emocional, el masaje relajante es beneficioso debido a la influencia sobre varios procesos corporales. Se considera que sus efectos son de carácter mecánico, nervioso, químico y fisiológico. Todos son importantes y por supuesto están relacionados entre sí y con los factores emocionales subyacentes.

   Los efectos mecánicos del masaje se refieren a la influencia directa que el masaje tiene sobre los tejidos blandos que se manipulan. Sin embargo, es difícil atribuir a las maniobras del masaje un efecto puramente mecánico, puesto que al entrar en contacto con la piel del paciente también se pone en marcha un reflejo nervioso.

   La acción refleja del masaje se produce indirectamente. Los mecanismos nerviosos dependen de las operaciones manuales y de su acción sobre los tejidos, y el masaje es una de esas operaciones. El proceso se desarrolla gracias a las interrelaciones que existen entre las porciones periférica (cutánea) y central del sistema nervioso, entre sus reflejos y sus numerosas vías. También participan el sistema nervioso vegetativo y el control neuroendocrino. La acción refleja del masaje es quizás más importante que su efecto mecánico.

   La materialización de los efectos del masaje procede de diversas fuentes. A menudo es el masajista el que proporciona los estímulos, pues sus deducciones suelen basarse en las observaciones que él mismo realiza y en las respuestas subjetivas del usuario. También se cuenta con los datos de los experimentos realizados en el laboratorio.

   Es inevitable que las opiniones sobre los efectos del masaje sean contradictorias cuando se tienen en cuenta ciertos factores: por ejemplo, los resultados de un tratamiento suelen depender de factores que no son cuantificables, como la relación mente-cuerpo-alma, las energías sutiles que permiten la curación y las relaciones entre el paciente y el terapeuta.

En cualquier caso siempre es recomendable regalarse un masaje relajante.